Snorkeling

Lo prometido es deuda, os dejo con algunas fotos de la fauna marina que vimos en Little Corn Island haciendo snorkeling.

Gracias Charles!

Un tiburón de arrecife.

El tiburón martillo, bajo el agua un poco movidita.

Otro tiburón de arrecife, muy pacífico. El guía incluso le tiraba de la cola y él a su bola.

Una manta raya, escondida en la arena.

Una langosta.

Andrea, Laura y Jorge comentaban que estaban deliciosas yo con mis parásitos estomacales sólo puedo dar fe de lo bonitas que son y de lo apetitosas que parecen...

Nada es perfecto ni el paraíso... :)

Nicas

Los amigos Nicas de Andrea son de lo mejorcito que nos traemos del viaje.

Os dejo algunas fotos con esta gente tan hospitalaria y tan linda, que habla con tanta propiedad el castellano y cuyas conversaciones brillan por sustancialidad de los asuntos tratados. Gente que lucha por hacer del mundo un lugar mejor, con alegría.

De izda a dcha. Yo, Roberto, James, Leo, Héctor, Rigo, Laura, Jorge y Mercedes.

Es super típicos tener la casa decorada con murales, esta foto en casa de Leo y James que nos invitaron a cenar en su casita de Centroamérica, vecinos de Andrea. Leo y James son además grandes maestros reiki en la Tininiska.

Mercedes, Andrea, yo, María Marta, Lorena, Fany y por detrás Naiara y Fernanda en el Caramanchel.

El Caramanchel es el bar de Managüa preferido por estas mujeres feministas activas. Nos pasamos la noche bailando bacchata, salsa y reggeton hasta altas horas de la madrugada. Qué dolor de pies!! E iba en chanclas!!




María Marta y Andrea en el Mercadito de los Campesinos.




En Nicaragüa, los melocotones son estos frutas de excéntrica geometría, que nosotros llamamos carambola.


Andrea y Gómez: La pareja del amor y los grandes anfitriones junto a Naiara y Emmanuel.


Os recomiendo también las fotos de Alejandro Marín, con muchísima fuerza visual.

Muchas gracias a todos!!

Vesperal

Antes del atardecer.

Rubén Darío (1867-1916) es en Nicaragüa un héroe de la nación, aunque no llegué a la altura de Augusto C. Sandino.

Antes de emprender mi viaje me compré tres libros que me han parecido una magnífica elección, Moncho ya me había regalado una guía por lo que opté por el encuentro literario e histórico con el país.

Recomiendo la librería que es la maravillosa Viajes de la calle Serrano de Madrid y la bibliografía por si a alguien le puede interesar:

-El viaje a Nicaragüa e Intermezzo Tropical, de Rubén Darío.
-Breve Historia de Centroamérica, de Héctor Pérez Brignoli.
-Popol Vuh, que es un libro de la civilización maya de Guatemala y Honduras, que narra el génesis de la Tierra según esta población.

Del libro de Darío destaco el poema Vesperal, que comparto con vosotros para recordar las tardes del Caribe. En homenaje al gran poeta universal, la pequeña aldea de Matagalpa dónde nació se llama ahora Ciudad Darío. Aunque en realidad la madre del poeta estaba por allí de paso y el literato estaba basado en la ciudad de León, dónde murió, después de sus estancias en España, Francia y otros países de Europa.

Vesperal

Ha pasado la siesta
y la hora del poniente se avecina,
y hay ya frescor en esta
costa, que el sol del Trópico calcina.

Hay un suave alentar de aura marina,
y el occidente finge una floresta
que una llama blanca de púrpura ilumina.

Sobre la arena dejan los cangrejos
la ilegible escritura de sus huellas.
Conchas de color de rosa y de reflejos
áureos, caracolillos y fragmentos de estrellas
de mar forman alfombra
sonante al paso en la armoniosa orilla.

Y cuando Venus brilla,
dulce, imperial amor de la divina tarde,
creo que en la onda suena
o son de lira, o canto de sirena...
Y en mi alma otro lucero como el de Venus arde.



Se nota la influencia en los caminos de Antonio Machado (1975-1939), en especial a mi me resuena este poema, porque comparten esa extrapolación del sentimiento interno a la naturaleza:

Yo voy soñando caminos

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! ...
¿Adònde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
«En el corazòn tenía
la espina de una pasiòn;
logré arrancármela un día,
ya no siento el corazòn.»

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:
«Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazòn clavada.»

Caribeando

Just relaxing. Al son del mar.

Little Corn Island, la playa de Casa Iguana, nuestro hotel de cabañitas.

La isla mide 8 km2 y no hay coches.

Andrea en una hamaca, que son comodísimas, hablando con el vendedor de cocos.

La playa del Hotel Ensueño, como su propio nombre indica.


Little Corn Island nos recibió con una tormenta eléctrica, por lo que nuestra llegada al Caribe no fue tan cálida como habíamos imaginado. Me recordó aquellos días en Goa con Javivi, en los que el paraíso se nos pasó por agua.

Afortunadamente, pronto salió el sol y pudimos disfrutar de los maravillosos fondos marinos y las playas de arena blanca. Haciendo snorkeling vimos dos tiburones de arrecife, un tiburón martillo, una manta raya y peces de colores. (A ver si me pasan fotos subacuáticas...) El azul del mar por aquellos lares es absolutamente increíble.

Tuvimos suerte con la luna llena.

Roy, nuestro capitán de barco.

La gente en el Caribe es relajada y de andares pausados, se escucha reegue e idolatran al gran Bob. Nuestro guía de buceo nos invitó a su casa a un rondón, un guiso típico con pescado, langosta, arroz y yuca. Desde luego lo más interesante de viajar es conocer a las gentes del lugar.

Al día siguiente en la isla grande (Corn Island), me hice amiga de estos niños: Vanessa, Sheila, Ariel y Marvin.
Tras el baño jugando a ser tiburón.

En la barcaza que va a la pequeña isla del maíz.

La barca que recorre la corta distancia (30 minutos) que separa a Corn Island de Little Corn Island puede a veces proporcionar un viaje movido, a nosotros nos empezó a llover durante el camino y lo que pudo ser un bonito paseo se convirtió en una auténtica atracción de feria, como el barco pirata pero en vivo y en directo.

Minutos antes de coger el avión, que finalmente no salió.

La anécdota del viaje la pusieron dos caballos que se cruzaron en la pista de despegue justo cuando el avión-avioneta aceleraba para salir de la isla, el piloto tuvo que frenar tan fuerte para que no termináramos en el agua que se quemaron los frenos y tuvimos que pasar un día más en el Caribe. Un pequeño susto pero que se solucionó a la mañana siguiente y se nos pasó enseguida en el Hotel Paradise comiendo pasta con langosta a cargo de La Aerolínea Cuzqueña...

Tierra de lagos y volcanes

Nicaragüa es tierra de lagos y volcanes... Muchos de los volcanes siguen hoy activos y de vez en cuando tienen que evacuar poblaciones colindantes por miedo a una erupción o por emisiones tóxicas. Ayer visitamos el volcán Mombacho, a los pies de Masaya y con una vegetación absolutamente frondosa. Y es que el volcán actúa como reserva acuífera y su composición mineralógica es un rico abono para los árboles y plantas. En las laderas del volcán se cultiva rico Café, que llega hasta nuestras mesas con el nombre de Saimaza o Catunambú.

El cráter mayor del Volcán Mombacho, al fondo el lago Nicaragüa y las 365 islitas que se crearon por el magma del volcán.

Me recordó a los paisajes de Julio Verne, en Viaje al Centro de la Tierra, ¿comenzarían a bajar por un lugar así? El volcán Mombacho sigue activo, por uno de los laterales se pueden ver algunas fumarolas que expulsan vapor de agua y sulfatos.

Las vistas desde el volcán Mombacho, la laguna de apoyo (izda) y la laguna de Nicaragüa.

Las vistas desde el volcán, reserva natural.

Los expedicionarios gaditanos...

Un Mono Congo. Tuvimos mucha suerte pudiendo ver un pequeño grupo de monos aulladores y congos, eran sólo 5, aunque normalmente viven en grupos de 20.

En una tajada que da entrada al cráter.

Andrea y yo. Qué alegría compartir tantas cosas con Andreíta, que la echo mucho de menos!!!


Esta mañana me he levantado con sesión de reiki, para cultivar cuerpo y alma, desde la tranquilidad de unas vacaciones estupendas!!!

Fotos cedidas por Laura y Jorge, hasta que me compre nueva tarjeta gráfica...

La Laguna de apoyo

La Laguna de Apoyo en un cráter.


Ayer fuimos a bañarnos al cráter de la laguna de apoyo. El volcán inactivo comenzó a llenarse de agua por las canalizaciones desde el enorme Lago de Nicaragüa (Cocibolca).

El agua es sulfurosa y está calentita, al rededor del círculo volcánico se encuentran barecitos y hoteles que ofrecen sus embarcaderos para saltar al lago.


El camino al cráter es bonito y de vegetación frondosa.

Desde el mirador de Catarina. Al fondo Granada y más al fondo el Lago Nicaragüa.

Las vistas desde el mirador de Catarina son impresionantes, además las vistas están amenizadas por la música de guitarras y marimba (como un xilófono gigante). Un ambiente festivo encantador.

La marimba y la guitarra.

Me gusta viajar en el coche de Andrea, así podemos cantar las rancheras y cumbias a pleno pulmón. Las luces de los atardeceres son espectaculares.

En la carretera de vuelta a casa.

Granada y Masaya

La catedral de Granada y Laura caminando.


El mercado por dentro.

El mercado antigüo, tras los muros que parecen un fuerte.

El primer día fuímos a dar un paseo por Masaya y luego Granada.

La artesanía nicaragüense es preciosa, cerámicas, coloridas telas, instrumentos de madera, hamacas... Estuvimos en el mercado antigüo de Masaya (muy turístico) y en el mercado de la ciudad (mucho mejor).

Una iglesia.

El fervor cristiano de los nicaragüenses da casi grima, de hecho el eslogán del gobierno es Nicaragüa: Sandinista, Cristiana y Solidaria. El poder de la Iglesia está a la altura de el del propio Estado.


Tomando un jugo en la plaza de Masaya, en sillas gigantes.

Nos tomamos un jugo exquisito y seguimos paseando hasta Granada, ciudad colonial, que durante años se turnó la capitalidad del país con León. Conservadores y liberales respectivamente se iban turnando en el gobierno y llevándose la capital a su lugar.

Jorge y Laura en una escalera.

Granada es una ciudad de artesanos y artistas, tranquila y agradable. Cuando cae la tarde los colores de las paredes realzan la magia de sus calles. Me gustó mucho.

Las calles de Granada al atardecer.

La casa del obispo de Nicaragüa-

El atardecer sobre el viejo hospital.

Nicaragüa o el mundo de Andrea

Un paseo por Granada.

Hace un par de días llegué a Managüa, una ciudad extendida y de baja construcción, situada junto al lago Xolotlán o Managüa.

Andrea explicaba en su blog con un poema de Miguel Brieva, a lo que se puede parecer esta ciudad, de tristes reminiscencias.

Instrucciones para la vida:

1. Primero se piensa en las carreteras,

los bloques de piso de veinte alturas,

los tendidos eléctricos que habrán de abastecer cientos de miles de aparatos televisores.

2. Se entierran redes kilométricas de tuberías de ida y vuelta;

se cubren de cemento gris grandes explanadas de campo y se depositan ordenadamente los coches.

3. Seguidamente, se reparten los carteles publicitarios por todos lo huecos oportunos y se ponen en marcha los poderosos motores de la ventilación artificial.

4. Por último, se espolvorea todo de seres humanos hasta que ya no queden más.

5. Y entonces se vive.

-Miguel Brieva-

Después del terremoto de 1972, no se han vuelto a construir grandes edificios en Managüa y todos prefieren vivir cerca de la tierra, del suelo. En letreros pegados en los coches se pueden ver versículos de la Biblia y agradecimientos a Cristo por permitir la vida. Y es que Nicaragüa es un país en luto, primero la guerra civil de sandinistas contra Somoza (1978-1990), el terremoto devastador (1972) y luego el huracán Mith (1998). Además de los aterradores índices de violencia familiar...

Andrea en la plaza de Masaya tomando un jugo de fresa.

Andrea lucha desde hace dos años en este país por aportar un poco de luz a este mundo tan hóstil, con su organización Cisas, trabajan por la educación sexual y reproductiva desde un enfoque feminista. Cuenta historias terribles de violaciones y abusos, pero dentro del caos, creo que nunca ha estado tan cerca de lo que realmente siempre ha querido hacer y dónde siempre ha querido estar. Muchas cosas por aprender de personas tan comprometidas...