sábado, 1 de diciembre de 2012

Los nuevos pobres en el país de los nuevos ricos

La mezquita de Katara decorada con azulejos de colores.


Después de un par de días en Kuwait aterrizar en la reluciente Doha me pareció un paraíso. Lamentablemente no tuve tiempo de hacer muchas fotografías. Lo que es una sensación generalizada es que Qatar es un país en plena expansión, que se prepara con esmero para albergar los Mundiales de Futbol de 2018 y se empeña cada año en celebrar más convenciones y congresos para situar la ciudad en el mapa internacional.  

El skyline de la ciudad se parece a Manhattan.

Las torres zig zag de los arquitectos Mz Partners.

La Perla en una de sus fases, todavían están construyendo otros dos círculos de apartamentos.

El tour por Oriente Medio terminó en Dubai, pero no pude hacer ninguna foto. Reseñable el relanzamiento de la ciudad, con todos los hoteles de 5 estrellas llenos de turistas que esperan las Navidades para hacer su agosto, que como el calor dura todo el año.


viernes, 30 de noviembre de 2012

Kuwait y la lluvia

En Kuwait llueve una media de unos cinco días al año, pues los dos días que estuve yo allí estuvo lloviendo. ¡Qué tino!

Un kuwaití paseando por el Paseo Marítimo.


La tormenta vista desde la Marina.

Las torres de Kuwait. 


 Las torres de Kuwait fueron uno de los principales objetivos de Sadam Hussein durante la Invasión Iraquí de 1990. Sin embargo, no pudo destruirlas, siguen siendo el orgullo de la nación.

Se pueden visitar por 10 euros y en una de ellas hay un restaurante giratorio.


Ponte el cinturón... protege tu vida...
 Me hacen muchas gracias la señalítica de los países árabes con la representación específica de sus personas y sus atuendos.


La refinería de petróleo.
La refinería de petróleo está a pie de playa. Desde luego Kuwait a pesar de ser uno de los países más ricos del mundo no se ha preocupado de construir una ciudad disfrutable.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Kuwait y la torre Al Amra

 La torre Al Amra de los arquitectos norteamericanos Skidmore, Owings & Merrill LLP

Ya comentaba en mayo de 2011, que en Kuwait no hay mucho que ver...

Aquí vuelvo de visita de negocios a estas tierras ricas del petróleo, esta mañana he visto la nueva torre Al Amra, el  nuevo icono de la ciudad de Kuwait y la que llaman la torre esculpida más alta del mundo. Por ahora sólo al 50 % de ocupación, una parte es un sofisticado mall y otra un hotel de 5 estrellas. También va a alojar el Ministerio de Vivienda y Desarrollo, para ir llenando huecos... Parece ser que no sólo en España hay problemas con la planificación urbanística...

El edificio es impresionante con su estética de brazo envolvente, da un aire más cosmopolitan a esta ciudad rodeada de desierto de arena.



Al Amra Mall por dentro.


Por la noche, hace un rato, hemos ido a cenar al restaurante Assala, una bonita casa tradiconal libanesa, llama la atención un edificio bonito y cuidado construído en piedra a la manera tradicional en estas tierras dónde todo es pura modernidad o edificios destartalados y antiguos. Vaya mezcla!

La comida libanesa es deliciosa, me encanta el queso libanés a la plancha, el hummus y el kebad auténtico. Y el zumo de mango fresco para regar los manjares. Toda la comida al centro de la mesa para compartir.


Assala Restaurante Kuwait.





viernes, 19 de octubre de 2012

Las aventuras de las tres hermanas en Holanda










Las Tres Hermanas en Amsterdam comiendo chocolate con macadamia. :)
Mi hermana Elena se fue hace seis meses a vivir a Rotterdam y ya teníamos ganas de ver cómo era su vida allí. Así que mi hermana Marta y yo emprendimos el viaje al reencuentro de nuestra tercera pata.

Welcome to Holland!



Pese a que llovía, estuvimos todo el tiempo en la calle, caminando, montando en bicicleta y mirando tiendas. Rotterdam es una ciudad industrial, con casi todos sus edificios modernos, construidos tras la segunda Guerra Mundial, pero tiene sus recovecos con encanto.

Marta en un parque junto a un canal.



Marta demostrando su pericia con la bicicleta.




El lateral de la catedral, Rotterdam.


En el Puente Erasmo. Erasmo de Rotterdam, humanista del siglo XVI, promulgaba la unidad de Europa frente a las fronteras y religiones, en su honor el programa Erasmus lleva su nombre.


El faro de Rotterdam. Su puerto es el cuarto del mundo en tráfico de toneladas.




Las casas cubos de Piet Blom.


En el Restaurante Turco de moda en Rotterdam, se llama El Bazar.
Estuvimos también en Delft dónde trabaja mi hermana en la Universidad. Una pequeña ciudad, cuna de Vermeer, el pintor holandés de "La Joven de la Perla". Una ciudad de pequeñas callejuelas a pie de canal, que bien merece una visita.

La Plaza principal de Delf.
Por último, volver a Ámsterdam suponía para mi un gran esfuerzo, según  Truman Capote en “Desayunos con Diamantes” y Joaquín Sabina en “Peces de Ciudad”: al lugar dónde has sido feliz no has de tratar de volver… De hecho cuándo vuelves es tan diferente… De aquél año en el que viví en Amsterdam de Erasmus hace ya 9 años!! No me acordaba que lloviera tanto en Holanda ni que hiciera tanto frío, para mi fue uno de los mejores años de mi vida y supongo que los detalles que no me gustaban ya los olvidé.

Fue además en Amsterdam dónde  nos encontramos con Elena Urizar, bilbaína de pro que compartió mil aventuras conmigo en la India. También nos dio para revivir algunos bonitos recuerdos.

Del viaje me quedo con la imagen de ir en bicicleta conducida por mi hermana Elena con Marta, al lado. Es tan profundo esto de la verdadera hermandad.



Una pareja de la mano en bicicleta.


En Amsterdam camino al Mercado del Jordaan.


Elena bajo la lluvia.

Elenas bajo la lluvia.


Me gustó esta escultura en Rotterdam de este hombre mirando al cielo. Lloverá hoy?


Marta enseñando a Elena a hacer punto. Captándola para su secta dle ganchillo.


Un parque muy amplio, dónde mi hermana va a correr.


En un molino típico.


viernes, 7 de septiembre de 2012

Las abejas y la biodiversidad. Poyales del Hoyo.


El número de abejas desciende peligrosamente en nuestro planeta y las abejas son seres vivos indispensables para que exista la biodiversidad. En Poyales del Hoyo existe un Museo muy didáctico en el que nos enseñaron la vida de las colmenas.

En una colmena existen tres tipos de habitantes: una reina, muchas obreras y algunos zánganos.

La abeja reina: la pobre más que una reina es una trabajadora pertinaz que se pasa la vida poniendo huevos; podríamos llamarla la abeja madre, que pone hasta 2.000 huevos al día. Es alimentada por las obreras sólo a base de jalea real y por ello tiene un tamaño más grande y un aparato reproductor mucho más desarrollado. Es la única abeja de la colmena que se aparea. En un momento determinado sale de la colmena en su "viaje nupcial" y copula con una docena de zánganos a los que después decapita. Con ese esperma vuelve a la colmena y no hace más que reproducirse el resto de su vida (5 años aproximadamente). Cuando llega a la colmena invade todas las celdas con su feromona, dándoles a sus descendientes (obreras y zánganos) una especie de carnet de identidad que le pedirán a la puerta de la colmena las abejas guardianas. Así previene la comunidad ataques foráneos.



En el centro de la lupa una abeja reina, buscando dónde las obreras le han indicado que debe poner su próximo huevo.

Las obreras: una colmena puede llegar a tener 70.000 obreras. Ellas son las encargadas de construir los panales, limpiar las celdas, cosechar, guardar la comunidad de otros insectos, alimentar a las larvas y a la reina, etc... Cuando salen a cosechar el polen y el néctar de las flores y vuelven a la colmena con una especie de cestita que tienen en sus patas llenas de alimento son capaces de comunicarse al resto dónde han conseguido tan deleitoso manjar. El lenguaje se llama la danza del ocho. 

Los zánganos o abejas macho de una colmena son sólo una decena y su función principal es fecundar a la reina. De hecho cuando la reina ya ha sido fecundada y sobreviven algunos zánganos, las obreras los arrastran hasta la puerta y los echan de la comunidad. Es fácil reconocerlos porque tienen los ojos muy grandes, necesitan muy buena visión para reconocer a la abeja reina en vuelo y fecundarla. Sin embargo, tienen la lengua muy corta por lo que no pueden libar y son alimentados por las obreras. 

Es durante el momento de la cosecha cuando las abejas vuelan de flor en flor cuando son capaces de polinizar las plantas y en una perfecta sinergia les devuelven el favor del alimento. Hay fotos bonitas y más información aquí.

Éste es un panal de abeja.

Al principio los panales tenían las celdas redondas, pero la especie ha evolucionado hacia celdas hexagonales para aprovechar mejor el espacio.

Las obreras además mantienen la limpieza de la colmena con total pulcritud, son capaces de generar una sustancia llamada propóleo con la que combaten bacterias y virus, incluso si por algún accidente se cuela una mosca u otro insecto grande que no son capaces de mover, lo propilizan, es decir  lo embalsaman. El propóleo es además un excelente antibiótico para las personas y muchos lo utilizan como medicina para la salud intestinal o los herpes.

En el Museo de Poyales del Hoyo hay tres colmenas para ver la vida de las abejas en directo.


 Ah! Es muy importante saber que las abejas son pacíficas por naturaleza, no atacan innecesariamente ya que cuando lo hacen pierden su aguijón y mueren. Sólo pican cuando se sienten amenazadas o piensan que la comunidad puede estar en peligro. Además aunque ellas mueran su aguijón sigue bombeando veneno, por lo que pueden llegar a ser muy peligrosas.

 Por conectar los puntos ("connecting the dots", que decía Steve Jobs) y vincular la primera excursión del verano a la de más adelante de Turquía, justamente el símbolo de Artemisa, la diosa de Éfeso, es una abeja.


Una moneda encontrada en Éfeso, que representa a la diosa Artemisa.


Si alguien se anima a visitar el Museo de Poyales del Hoyo, que es un pueblo precioso perdido en un rincón del verdor de Gredos, le recomiendo visitar también la iglesia del pueblo y las pozas del Río Arbillas a pocos kilómetros. Así lo hicimos para celebrar el cumpleaños de Jokin.

Las pozas del Río Arbillas. Abajo hay una enorme a la que da mucho miedo saltar...
La iglesia de Poyales del Hoyo.
Posando en una calle de Poyales.
Haciendo la abeja en las pozas de Arenas de San Pedro, demasiada gente pero agua fresquita. 


lunes, 3 de septiembre de 2012

Ibiza: colofón estival


El colofón al gran verano 2012 lo pone un viaje inolvidable con mis amigas a Ibiza. Muchas risas, mucha fiesta, playas y algún que otro paseo cultural. Me he quedado con muchas ganas de quedarme un ratito más en Formentera.

Tamara, Leti, Beatriz y yo en Ibiza.

Ibiza desde el agua, camino de formentera.

Merece mucho la pena recorrer el recinto amurallado que recorre la acrópolis ibicenca, repleto de estrechas calles blancas y floreadas. Además de destacados baluartes. La muralla fue impulsada por Carlos I y Felipe II para defender los territorios de la corona. Cuando la isla dejó de ser blanco de ataques de piratas turcos y berberiscos, la acrópolis quedó en pie para la posteridad y hoy es Patrimonio de la Humanidad. 


Tamara y Beatriz en un barquito camino de cala Comte
Cala Comte, aguas cristalinas y poquita gente.

Las aguas de Baleares están transparentes, se pueden observar los peces sin siquiera meter la cabeza en el agua. En el fondo de la fotos algas.

Las praderas de posidonia oceánica (plantas de los fondos marinos) cobijan a 220 especies diferentes, entre ellas algunas mundialmente amenzadas como la foca monje. Estas plantas marinas son las responsables de la pureza y transparencia de las aguas que rodean la isla.


Preparándonos para Pacha.

En la discoteca de moda.

Con la resaca subiendo las cuestas que llegan a la acrópolis.

Desde la plaza de la catedral observando La Marina.

La catedral al fondo.

A parte de las fiestas y las callejuelas ibicencas, lo que más me gustó del viaje fue Formentera. A una horita en barco desde Ibiza se llega a esta preciosa isla, casi sin construir, con aguas cristalinas, mucha luz y arena blanca.


Alquilamos unas bicis para ir a las playas de Illetes.


Nos encantaron los caminos de arena a pie de playa.

Playa Illetes, piscina cristalina. Muy buena opción.


Destaca de Formentera, lo blanca que es la luz. 


El chiste de El Roto para despedir el verano.

Y hoy vuelta al curro pero la aventura continúa, con las pilas recargadas y llena de paz... A la vista India y quién sabe China, Australia, Oriente Medio... la mochila llena de proyectos para emprender con energía la vuelta al cole. Y a comerse el mundo!!