miércoles, 31 de julio de 2013

Bonjour Paris!

"Y Dios sabe que, cuando la primavera llega a París, hasta el más humilde de los mortales ha de sentirse que vive en el paraíso."  Trópico de Cáncer de Henry Miller.

A la orilla del Sena ante la Torre Eiffel.

Nosotras no fuimos en primavera si no bien entreda la temporada estival. Lorelaine nos esperaba, a Inés y a mi, en su acogedora casa de París en uno de los barrios bobos (burgueses bohemios) de la ciudad, en Alexander Dumas.

Una ciudad es mucho más amable cuando ya la conoces, sin que rija la ardua disciplina, autoimpuesta por el turista, de ver todos los monumentos. Nosotras íbamos a pasear, a embriagarnos con sus olores y a pedernos por sus calles.  ¡Y sobre todo, a reencontrarnos!

Además después de viajar por Asia, se echa de menos las ciudades europeas, dónde la gente pasea y se sienta en los cafés al sol.


En Notre Dome.

En el Pompidou.
Oteando el horizonte.

Una de las instalaciones de la Nouvelles Vagues en el Palais de Tokyo.
El Palais de Tokyo es el museo de arte moderno de los arquitectos Lacaton y Vassal, que con poco presupuesto rehabilitaron el edificio construído para la Expo del 37 al más puro estilo underground. Sin acabar las paredes, sin enfoscar, sin pintar, con las instalaciones eléctricas a la vista... De hecho al entrar parece que es un edificio okupado, pero no, es una de las sede de la cultura más contemporánea de Europa.


Desde el metro.
Ha sido un viaje muy cultural, otra de las exposiciones que vimos fue la de Roen Mueck en la Fundación Cartier. Un maravilloso edificio de Jean Nouvel que integra el parque en la construcción con paredes de cristal. Las esculturas de Mueck, realmente inquietantes. Hace tiempo tuve la suerte de encontrarme algunas en el National Gallery de Londres y desde entonces quedé atrapada por la impresionante gravedad de los cuerpos que expresa este australiano. Si los miras muy de cerca, parece que van a comenzar a andar.


"Pareja bajo paraguas" desde afuera del edifico.


"Mujer con palos", una de las joyas de la exposición.
Un proyecto de urbanismo muy interesante es el que se ha llevado a cabo a las orillas del Sena, dónde se han instalados bancos, hamacas, miradores, telescopios e invernaderos. Los mikados son estos trozos de maderas, que se convierten en bancos, pequeños auditorios, carpas... Muy bonito.


Tomando el sol a la orilla del Sena.

El colofón al viaje lo puso el ensayo espontáneo de una ópera en la termina West del Aeropuerto de Orly, increíble cómo mientras esperábamos el avión, sacaron sus instrumentos y sus partituras para convertir en un gran auditorio la sala de espera de Iberia. ¡Bravo! ¡Bravísimo!


¡ Arte y cultura hasta la sepultura!