domingo, 31 de agosto de 2014

Buda y pest , principio y fin



Buda desde Pest.


El viaje comenzó y terminó en la prominente ciudad de Budapest, capital de Hungría. Por alguna decisición confusa pensando ahorrarnos dinero, comenzamos el viaje aquí. La verdad es que muy práctico no fue, pero al menos conocimos esta ciudad bella y ambientada.

El primer día la paseé con Beatriz y al acabar nuestro viaje me quedé un par de días más con Tulika. Por lo que al final acabé conociendo bastante bien la zona, que es lo que me gusta de viajar realmente, no poner despertador y salir a desayunar conociendo las calles y los bares. El Airbnb que conseguimos fue una excelente opción. En Croacia viajábamos casi todo el tiempo por casas de particulares, que te ayuda a conocer las ciudades y sus gentes.



El Parlamento.
El Parlamento de Budapest, obra de Imre Steindl, tiene un claro estilo neogótico inspirado en el Parlamento de Londres.


Las vistas de Buda desde Pest.

El autobus submarino, llama mucho la atención va por el agua y la tierra indiferentemente. Podrían contratar uno para el Guadalquivir de Sevilla.

Monumento de los zapatos.
Paseando por el Danubio nos encontramos este monumento al Holocausto Judío, los judíos del gueto eran atados en parejas y, tras disparar a uno de ellos, eran arrojados al río, arrastrando uno al otro. Parece que estos zapatos pretendieran recordar a estas personas, como si no hubiesen desaparecido y fuesen a salir del agua a recoger sus zapatos.

Entre Buda y Pest, me quedo incondicionamente con Pest. Buda es un auténtico parque temático de lo que fue la era imperial, rebosante de turistas y carente de alma. En Pest, sin embargo, se puede disfrutar de la cultura y también de la verdadera ciudad. 


La iglesia de San Matías, dónde se coronaron tres reyes húngaros.

Una imagen de la virgen en la Iglesia de San Matías, que recuerda a la cara del Ecce Homo de Cecilia Giménez.
 Los últimos días con Tulika pudimos pasear sin el estrés de conocer los monumentos. Alquilamos unas bicicletas y nos parábamos de bar en bar a tomar el sol. Muy recomendable los bares ruinas que llaman, como el Szimpla Kert , en el Barrio Judío.

Deseando reencontrarme en algún lugar del mundo con mis amigas. ¡Chicas, el mundo es nuestro!
Budapest con Tulika.

Croacia Road Trip 3: Hvar y Dukrovnik

Cuando ya llegabamos al colofón de nuestro viaje, pasamos un día por la isla de Hvar y el último día en Dukrovnik, luego teníamos que volver a Budapest para devolver el coche.

La isla de Hvar es el lugar más soleado del país, 2724 horas de sol al año. Pues a nosotras nos diluvió, una tormenta de verano que nos hizo encerrarnos en el coche esperando al ferry de vuelta a tierra firme. ¡Vaya mala pata!

Sin embargo, antes de que se desencadenara la tormenta tuvimos tiempo de recorrernos la isla de cabo a rabo. Disfrutando de su exuberante vegetación, entre curvas que subían la abrupta montaña. Merece también una visita la ciudad de Hvar de pequeñas callejuelas que esconden palacios góticos y calles de mármol.


En Hvar, celebrando el sol.

Con nuestro coche, un compañero más del viaje. 












Dukrovnik, conocida como la gran joya del Adriático, nos decepcionó. Es una ciudad abarrotada de turistas, dónde hay que pagar por todo. Es increíble la consistencia de sus edificios romanos y el mármol de sus aceras, pero se ha convertido en un parque temático de compras y viajeros. Split nos pareció mucho más auténtica.


Estudiando la Lonely Planet, la biblia.

Quizás también cometimos el error de no pasear por las magnificientes murallas que encierran la ciudad, para apreciar su belleza. Pero era el último día de viaje y el dinero escaseaba.

Dubroknik perteneció al Estado de Venecia desde 1205 hasta 1358, siendo ya un importante puerto mercantil.  Cuando se separó del estado italiano siguió siendo un importante puerto y comenzó a construir su propia flota de barcos que surcaron el Mediterráneo hasta Egipto, España o Estambul. Fue y sigue siendo una ciudad rica, que Croacia se empeñó en conservar aunque en realidad está despegada de sus fronteras, para acceder a ella por coche hay que pasar por Bosnia.

En la breve parada en Bosnia nos dimos cuenta de que era un país mucho más pobre. En el que de alguan forma aún se veían las limitaciones de una guerra no tan lejana, que sin embargo en Croacia casi no se intuye. Simplemente, se ven algunas iglesias construídas en algunos pueblos del interior. Las grandes ciudades han sabido olvidar rápido, al menos de cara a la galería, aquellos cruentos años de la Guerra.

Las calles abarrotadas de Dukrovnik, al fondo la torre del reloj.

Entrada del Monasterio Dominico.
Nati Abascal paseando por la ciudad.
Dukrovnik es también un gran destino turístico para los yates de la set más internacional. Paseando por la ciudad nos encontramos a Nati Abascal y Giorgio Armani.

Croacia Road Trip 2: Split

El viaje fue intenso en sensaciones, cada día dormíamos en un sitio, menos en la península de Peljesac en el pequeño pueblo de Orebic, dónde nos quedamos dos días para descansar en la playa.

La verdad es que viniendo de Cádiz ir hasta Croacia en agosto pensando en ir a playas de ensueño no es una buena opción. Las playas son de piedra y aunque el mar sea siempre azul turquesa, la incomodidad y lo abarrotado del litoral no compensa. En mi opinión, a Croacia a disfrutar del mar hay que ir en barco. Eso lo hemos aprendido para el próximo viaje.

Uno de los lugares que más nos gustó de nuestro tour fue Split. El Palacio de Dioclesiano (295 d.C.) es una de las ruinas romanas más importantes del mundo. Y en su laberíntico interior han ido perviviendo las casas de esta ciudad tan llena de alma como de vida. Son características las lustrosas construcciones en piedra blanca de la isla de Brac. Dioclesiano importó mármol de Italia y Grecia y columnas y esfinges de Egipto, sin reparar en gastos, construyó por todo lo alto. Al estilo de la bonanza española.

Palacio Papalic, ahora el museo de la ciudad.

El acceso a palacio mediante la Puerta de Hierro o Torre del Reloj.


Antigüo mausoleo de Diocleciano. A partir del sXVII fue reconvertido en la Catedral de San Duje.

Los prominentes arcos del Protiron, entrada a la residencia imperial.

El vestíbulo, parte mejor conservada de los aposentos imperiales.

Aposentos imperiales. De planta circular, mosaicos y mármol cubrían la cúpula que hoy ha desaparecido.
 El mejor momento de Split, que quedará por siempre guardado en nuestras retinas, fue pasar la noche en la ciudad. Cuando cae la tarde, y corre el aire fresco de la costa, turistas y locales se concentran en el Protiron, la plaza que daba entrada a la residencia imperial. En sus escaleras aprovecha la gente para escuchar música en directo del bar de la plaza y consumir al aire libre. Es muy divertido porque mayores y pequeños todos juntos bailan al compás bajo la noche. Y esto en un ambiente tan singular, tan romano, cobra mucha magía.


En el Protiron, entrada a la residencia imperial, escuchando música.

sábado, 30 de agosto de 2014

Croacia Road Trip 1: Zagreb y Plitvice.



Dice Unamuno que el que viaja mucho huye de algo, esta revelación de las primeras páginas de Niebla me dio qué pensar, sin embargo el otro día leí en el facebook de Anais Malpartida una frase aún mejor. "No se viaja para escapar de la vida, se viaja para que la vida no se te escape".


Y así este verano huíamos mis amigas Beatriz, Leti y yo a Croacia en un road trip que marcaría nuestras vidas. 


Alquilamos un coche en Budapest (Hungría) y de ahí cruzamos a Zagreb, la capital de Croacia, que es un pequeño pueblo lleno de vida.


En la Catedral de Zagreb calentando motores.

Una calle del centro de la ciudad.
Después de una agradable tarde en Zagreb conociendo la ciudad y bebiendo cafés y cervezas, nos encaminamos a Plitvice lo que resultó ser un Parque Natural increíble, que nos dejó boquiabiertas. Al principio es un poco agobiante por la cantidad de gente que se amontona por los caminos de madera observando las impresionantes cataratas y lagos. Pero como siempre hay que buscar caminos alternativos y enseguida nos adentramos en los bosques de hayas, abetos, píceas y pinos para disfrutar de la soledad y la esfervescencia estival de estas formaciones travertinas* tan ricas en agua y sol.

*Travertino se refiere a ese milagro que convierte el musgo en roca conforme el agua va depositando cal y cal durante años.

Una de las cascadas más bonitas del parque vistas desde arriba.
Agua en caída libre a cientos de metros. 

Caminando entre la frondosa vegetación, nos encontramos un zorro.
Mientras soñábamos con la posibilidad, hoy terminantemente prohibida, de bañarnos en esas magestuosas cataratas, fuimos perdiéndonos por los caminos y alejándonos de la muchedumbre. Andamos durante horas hasta ver las cataratas a vista de pájaro.

Las cataratas más altas del parque, 76 metros.
Detalle de las correntías.

Posando frente la más alta de las cataratas.

Tras más de 8 horas de intenso caminar volvimos a nuestro hotel  Bellaveau y en un albergue cercano repusimos fuerzas antes de dormir con una deliciosa trucha a la brasa.


domingo, 24 de agosto de 2014

Mallorca y la Copa del Rey de Vela

Este verano empezó fuerte y mis últimos días de trabajo me tocó estar en Palma de Mallorca en la Copa del Rey de Vela. Fue un gran comienzo del verano porque ya que estaba allí, me quedé el fin de semana inspeccionando.

Durante la Copa del Rey una de las mañanas salimos a navegar para ver la regata bien de cerca y la verdad es que la imagen de los veleros virando al viento es de esas imágenes que se queda grabada en la retina.

El Aifos, el barco del Rey. Sofía al revés.

La Catedral de Palma de Mallorca desde el puerto. 

Los veleros en línea.
 Es increíble como todos los veleros de la competición consiguen ponerse en línea en alta mar, el que se pasa de la "raya" imaginaria antes de que toquen la salida tiene que volver a empezar.

Uno de los veleros navega si no me equivoco creo que sería amurado a estribor.

En pleno "adelantamiento"

 El fin de semana, ya de recreo total, nos adentramos en las famosas playas de Es trenc, pero la verdad es que siendo Agosto y fin de semana todas las playas estaban abarrotadas. Nos quedamos en una calita antes de llegar a Es Trenc, tenía algas pero no había nadie :)


En una calita antes de Es Trenc.Mar Azul
 Y es que al final casi que me gustó más el interior de Mallorca que las costas. Los paisajes de olivos, los campos arados y el azul del cielo reproducen una estampa bastante singular. Fue un gran acierto saltar de Palma a un pueblo de la Sierra de la Tramontana, Deia, que nos encantó.

Por los campos recién segados.

Vistas de Déia, entre olivos, la Sierra de Tramontana y a un lado el mar. 


El cementerio de Déia.

Me llamó la atención de este pueblecito perdido en medio de la montaña que el cementerio estaba lleno de lápidas de extranjeros. Es un pueblo de artistas con una gran presencia alemana. No es mal lugar para morir, el Ganges de Mallorca.

La ciudad de Palma también merece un buen paseo. Por supuesto, la catedral.

En la catedral.

martes, 5 de agosto de 2014

En busca de Nuan Beach



El julio estuve trabajando un par de días en Bangkok y justo me coincidía que el fin de semana no tenía nada que hacer y no quería quedarme en la gran urbe.

Así, me decidí a buscar un lugar tranquilo cerca de la capital, dónde pudiera darme un baño y leer un libro tranquilamente. Lo encontré: Ko Samet.

Llegar a Ko Samet no fue cosa fácil. La isla está a 5 horas en autobús de BKK y a unos 20 minutos de ferry.  Merece la pena el paseo aunque sea para un sólo fin de semana. A pesar de ser temporada baja había bastante gente en la playa, pero buscando alguna calita recóndita encontré Nuan Beach.

El ferry que va de Ban Phe a Ko Samet, tarda unos 20 minutos

Un bar decorado con estrellas cerca de Ao Phai.

El típico puesto de comida callejera: calamares, una especie de tortilla y algo así como croquetas... 

El primer día me quedé por las inmediaciones de Ao Phai, una playa con chiringuitos y un poco masificada. Lo primero que hice fue tomarme un pad thai y un zumo de lemon grass, con los que soñaba desde que pisé el país. El Pad Thai es la comida más típica de tailandia, lo encuentras fácilmente en todos los puestos callejeros y en restaurantes de lujo.

Pad Thai. Mi comida preferida junto al curry tailandés.
Una mujer vende pescado seco en Ao Beach.

El segundo día me perdí un poco más andando por la selva, la isla es reserva natural. Llegué a la maravillosa y solitaria Nuan Beach. Es increíble cuando llegas al lugar que estabas imaginando. 

En estas cabañitas puedes pasar el día por 5 euros la noche.

Una cabañita en Nuan Beach.

Un selfie playero.

La forma más fácil de recorrer la isla es alquilar una moto o coger unas camionetas que son taxis compartidos.

Los caminos de Ko Samet. 



Bangkok, cerca del paraíso

Las vistas del río Chao Praya desde el Hotel Shangri La Bangkok

Volver a Tailandia siempre es una gran alegría. Esta última vez, tuve que ir por trabajo, era temporada baja pero hizo muy buen tiempo. Viajar a Tailandia en temporada baja es un riesgo. Si te toca sol es un gran triunfo porque los hoteles están baratísimos y las playas casi desiertas, si te toca monzón hay que seguir jugando...

Las vistas de Bangkok, la metrópoli.

Bangkok me encanta para un par de días, es una ciudad con tráfico caótico y una intensa vida nocturna, pero si buscas un poco de tranquilidad este no es un buen destino. Yo aproveché el fin de semana para viajar a alguna isla a darme un baño :) Lo contaré en el próximo cuplé.

Korean barbecue



Mi viaje a Seúl fue tan fugaz e intenso que no me dio tiempo ni de recorrer las calles del centro. Por lo menos pude recordar las instantáneas de mi primera visita a Corea del Sur hace cuatro años.

A pesar de que el tiempo escasee siempre hay un hueco para degustar la típica comida del país. Todas las cenas de negocio terminaron con una deliciosa y tierna korean barbecue. La forma de comer la carne es cogerla directamente de la barbacoa que se sitúa en el centro de la mesa y con una especie de tortilla como mejicana la condimentas con cebolla, salsas, vegetales y otras delicias. Hay que abrir bien la boca para comérselo todo de un bocado. Cenan sobre las seis de la tarde, por lo que me encantaron estas meriendas de carnaca. Luego hay quién todavía tiene hambre para seguir con una sopa de noodles que pueden ser calientes o fríos.

Degustando la deliciosa barbacoa. Ñam.

El skyline desde la bruma.

Un pequeño resquicio de templo oriental junto a un gran rascacielos.
Un atasco, al fondo un templo.  
Me horrorizaron los atascos de Seúl. Para moverte por la ciudad necesitas casi una hora para distancias cortas que podrían hacerse en 20 minutos y para ir al aeropuerto desde el centro en hora punta (18.00 horas) debes calcular casi 3 horas. El tráfico es un puro caos. Lo único positivo es que todos los taxis se pagan con tarjeta. Eso sí, olvídate de hablar con los taxistas en inglés. Casi nadie habla el idioma anglosajón en este país, incluso los que trabajan en el sector import-export utilizan muchas veces traductores.

En términos de negocio Corea del Sur me sorprendió por sus grandes centros comerciales y lo sofisticado de sus consumidores. Me recordó gratamente a Japón. Así que espero volver mucho y pronto para seguir trabajando el mercado.

Una cata en Dean & Deluca Korea.