domingo, 28 de febrero de 2016

Curiosidades desde el taxi en Bangkok

En uno de mis viajes en taxi en Bangkok, me llamaron la atención estas dos imágenes. Primero que el techo estaba decorado con billetes del mundo. Qué pena que no tenía un billete de euros para dejar mi pequeña aportación.

Colección de billetes del mundo en el techo de un taxi
 Y la prohibición que se lee en la ventanilla: Prohibido tener relaciones sexuales dentro del taxi. Entre otras cosas, como no comer, no ir descalzo, no llevar armas, etc...

Please dont fuck on board

De paseo por Bangkok

Siempre es un placer viajar a Bangkok y mucho  mejor si en Madrid se vive una de las semanas más frías del año y allí hace 30 grados.

Aunque cuando voy trabajando básicamente hago fotos a las cosas curiosas desde el taxi, al menos en esta ocasión tuve unas cuantas horas libres el último día para darme un paseo.


En un rishaw que me hizo recordar aquel maravilloso año en la India.
 El último día como os contaba cogí un pequeño barco y di un paseo por el río.  Había leído a mi compañera de clase  Cristina Fernández sus recomendaciones de la ciudad en su Paseo por el mundo. Y de lo único que me faltaba por ver, después de un par de visitas anteriores, que me apeteciera era el templo de Wat Arun, pero cuando llegué justo estaba cerrado por rehabilitación.


En una barca así se recorre feliz y rápidamente el río Chao Phraya.

La lancha iba tan rápido que las fotos salen un poco movidas... 

El Wat Arun en obras.

La guardia del Palacio Real digamos que es menos rígida que la del Buckingham Palace ;)

Un jardín bonito dónde descansar cerca del Palacio Real.

Bailarinas en el templo de Erawan
 Al final siempre que voy a Bangkok termino pasando por el templo Erawan. Es un templo en pleno distrito comercial de la ciudad, siempre abarrotado de gente, pero aún así los feligreses encuentra un minuto para la paz interior y la meditación.

Un lugar que tampoco hay que perderse en Bangkok aunque la visita sea fugaz es el Mercado Chatuchak. Aquí se reúnen turistas y locales para comprar y vender desde ropa a artículos de decoración.

La entrada a Chatuchak.


Yo compré unos bonitos cuencos de coco adornados con cristales de colores.
 Me gustó mucho también el restaurante The house on Sathorn , que recupera la antigua embajada rusa con su mobiliario, que nos transporta al siglo pasado.

La fachada de The House on Sathorn.


Las mesas del café en The house on Sathorn.
 Aunque para comer bien en Bangkok no hace falta ir a grandes restaurantes, si no que un pad thai en cualquier puesto callejero está delicioso.


Pad thai con Singha Beer.
Para los que quieren probar una cocina tailandesa en un restaurante más formal, Joy Luck Club es muy agradable y también se haya en un edificio colonial, que merece la pena ver.