martes, 14 de marzo de 2017

Tokyo y algunos ratitos libres


Es increíble lo que les gusta el jamón a los japoneses y lo que saben del producto. Algunas preguntas que nos hacían fueron : ¿Qué come el cerdo entre montaneras?, ¿Qué tipo de bellota es mejor de encina o de roble?, etc...

Arturo Sánchez presentando su jamón en Japón.
Obviamente viajar a una ciudad trabajando, no es comparable a hacerlo viajando sin más, dónde realmente puedes visitarla a tu antojo.

Sin embargo, siempre se buscan ratitos para disfrutar de las sorpresas que depara un país tan lejano y tan diferente.

La idea y la vuelta a la feria Foodex nos dejaba bonitos paisajes de la Bahía de Tokyo desde el autobus.

Rainbow Bridge sobre la Bahía de Tokyo. 
Paseando de noche por Shibuya le cogimos le pulso al centro de la ciudad, es como el "Callao" de Tokyo. El cruce peatonal de Shibuya es el más grande del mundo.

El famoso cruce de Shibuya con algunos exportadores españoles


En Foodex éramos casi 200 stands de España, quiere decir, que la gastronomía española gusta por el país nipón.

Sin duda, de los grandes atractivos del viajar a Japón para mi es la comida.


Sashimi de pescado. 

Raíces de loto. 
 Desde el buffet de desayuno del hotel New Otani se puede contemplar un precioso y cuidado jardín japonés.


El jardín japonés del desayuno. 
Paseando por Tokyo en Bicicleta. 



domingo, 12 de marzo de 2017

Japón y año nuevo, vida nueva



Dicen los expertos que de vez en cuando hay que salir de la zona de confort.
Pues empecé el año cambiando de trabajo, cambiando de ciudad. Y con un proyecto muy ilusionante entre manos: ser la directora de exportaciones de Jamones Arturo Sánchez.  

El primer viaje con mi nuevo empleo fue Japón, mi destino preferido de Asia. Ahora viajaré también por Europa y América, así que tendré nuevos paisajes que compartir.
Nos dio tiempo de escaparnos un momento al santuario sintoista Meiji. La religión sintoista es la nativa en Japón, se basa en la adoración de kami o espíritus de la naturaleza. No resulta extraño así, que el santuario esté escondido en un frondoso parque de árboles gigantes. 
 
El camino principal se inicia con un Tori, una puerta de cedro de una decena de metros de altura.
Por el parque hay hasta un pequeño arrollo. 

Unos barriles de sake donados al santuario. También había unos toneles de vino francés. 

Creo que son los rezos y plegarias de los fieles. 


 El primer día que llegué después de más de veinte horas de vuelo y otras tantas de sueño :) tenía jet lag y salí a correr temprano.

Me encontré con un pequeño templo budista, cercano al hotel. Es el Templo de Toyokawa Inari Tokyo Betsuin. Me pareció una forma revitalizante de empezar el día.

Templo de Toyokawa Inari 


En la esquina del templo un árbol florecido, creo que no es un cerezo. 


Más plegarias en láminas de madera. 

Quizás algunas oraciones... 

Tokyo del 6 al 10 de marzo 2017