Nos despedimos de Tokio con chirimiri a modo de lágrimas en los ojos...
Así como a Emiratos o Qatar no volvería nunca de vacaciones, me apetecería mucho regresar a Japón con tiempo y sin trabajo.
Los japoneses me han parecido muy consumistas, les encanta hacerse regalos y comprar.
Las calles de Shibuya repletas de gente. El look colegiala se utiliza de reclamo en la publicidad.
Hay mil cosas que comprar, visitar y no me ha dado tiempo de ir a los baños de aguas termales... Al menos, ha sido una primera aproximación genial!
De vuelta a sobrevolar las nubes, esta vez en un Airbus 380-800 de dos plantas comodísimo, no se mueve nada ni siquiera al aterrizar.
2 comentarios:
Clarita, vaya pedazo de viajecito vida mia, me alegro mucho que lo hayas disfrutado.
un beso de Chariii
Charini!!! CUándo te veo?? MUAKK
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