lunes, 31 de octubre de 2011

Asturias con V

Hace ya unos cuantos fines de semana aprovechamos los últimos calores del estío, que se convirtió en invierno sin pasar por Otoño, y nos fuimos con las chicas a Asturias.
Las V girls.

En la casa rural de moderna arquitectura. Anita que se queda en tierra, Jose que es una gran experta del salto, Marcela y Ro, cada una a su ritmo y con su estilo :)
Las V Girls en Asturias, de izda y dcha: Juli, Jose, Ro, Marcela, yo y Anita. Faltan algunas V girls.

Entre vacas y verde prado.
La casa rural, La Alcabala del Viento, fue todo un hallazgo, una arquitectura de piedra, cristal y madera totalmente integrada en el entorno de prado y vacas.

En Noriega, en el pequeño pueblo asturiano. Ni rastro del actor...


También montamos a caballo, a mi me tocó Trasto, con el que hice muy buenas migas, no sé por qué será... y nos dio tiempo hasta de darnos un bañito en la playa de La Franca, en el Cantábrico, que entre el escarpado monte nos ofreció un día de playa, caminata y yoga espectacular.

Anita y yo dando cuenta del gélido cantábrico. Yo llevo un alga de tocado.

Las hermanas Filomena por los aires.

Juli con Urrextu, su caballo. Significa Almanzor en bable, un buen matrimonio para una alpinista de renombre :)

Juli y yo, tras una comida de chorizo a la sidra, fabada y fabes con almejas, no nos quedamos con ganas de ningún plato típico, ni de sidra...

En San Vicente de la Barquera, Cantabria.

El drama de la inmigración. Son muy típicas en Asturias las casas palacio de los Indianos, que se fueron a las Américas a hacer dinero y volvieron con los bolsillos bien llenos. Este niño y este hombre de la foto despiden a uno de esos aventureros que se fue en busca de fortuna allende los mares.

La foto anterior es del museo de los indianos, en esta foto.

Las hermanas Filomena, Jose y Juli.

Tras el baño, dimos una caminata por la costa hasta llegar a una preciosa ermita y volver a Madrid con los pulmones llenos de vida, la mente llena de gratos recuerdos y el corazón más cerca de buenas amigas.


La ermita, escondida en el bosque y a un paso del acantilado.

lunes, 10 de octubre de 2011

Este Madrid

En el Templo de Debot.


Este Madrid
que se llena de luz
los fines de semana,
me aleja del metro,
y me permite recorrerlo
de tu mano
en busca de un asiento
de hierba
y leer a Whitman.