sábado, 29 de junio de 2019

Canterbury, más allá del cuento


No encontré en Canterbury los cuentos de Geoffrey Chaucer para recrearlos in situ. Pero tampoco hicieron falta porque la ciudad es deslumbrante en sí misma por su imponente catedral, sede de la iglesia anglicana.

Sus callecitas estrechas, sus canales y sus casas de vigas de madera crean un entorno idílico, que más allá de la ciudad turística encierra mucha vida y fervor religioso. Hay que dedicarle un tiempo a perderse entre sus callejuelas.


Un canal de Canterbury. 
Paseando por el claustro de la catedral.

La Catedral de Canterbury claro ejemplo del gótico inglés.

Parrot, una de las tabernitas de la ciudad.


The Moat Tea Rom. 
Dónde fueres hacer lo que vieres... así que paramos a tomarnos un té con tarta en The Moat Tea Room, dónde la dueña nos atendió afablemente.


El Claustro de la Catedral. 

Mi madre en la Christ Church Gate, el pórtico de entrada a la catedral. 


El precio de la entrada a la catedral de Canterbury es de 10,50 pounds, pero no entramos porque estaba justamente de reforma. Aunque las vidrieras desde dentro deben ser aún más espectaculares. Perdiéndonos eso, al menos vimos el claustro y la parte de atrás de la catedral a la que se accede gratuitamente.



viernes, 28 de junio de 2019

Por el Támesis hasta Greenwich



Dice Heráclito que no nos bañamos dos veces en el mismo río, creo que tampoco visitamos dos veces la misma ciudad y aún menos si se trata de Londres, la ciudad que el Támesis ha visto crecer.


Mi madre y yo en el London Bridge.


"He sido letrina en los años infestos de la peste y el cólera. Ahora nutro el refugio de apartamentos de lujo que buscan el refresco de mis aguas ya limpias. Vi navegar a los grandes mercantes que venían de todo el mundo y en la actualidad me disfrutan la abundancia de catamaranes turísticos con sus cámaras de foto en ristre. Desde Londinium romano hasta hoy. ¡Cuánto han cambiado los márgenes serpenteantes de mis veredas!" -  Si el Támesis hablara... inspirado en el escrito de Ramón Portell "Autobiografía del Támesis" en el número 82 de la Revista Altair, plenamente recomendable.

¿De dónde viene el nombre de Canary Wharf?

Uno de los días de más calor decidimos ir a Greenwich en barco (por cierto que se pronuncia algo así como "ɡrɛnɪtʃ" y no como nos enseñaron en el colegio...). Cogimos un barco que nos llevó remontando el río hasta allí y fue una magnífica opción porque nos enteramos de muchas curiosidades que comentó el guía. Por ejemplo, Canary Wharf se llama así porque era dónde llegaban los barcos de las islas Canarias. Y Wharf que significa muelle viene del acrónimo: Water House At the River Front.

Canary Wharf, el nuevo barrio financiero de Londres.


¿Cómo se mide la diferencia de hora entre ciudades?

Una vez en Greenwich, vimos el emblemático Cutty Sark y subimos al Real Observatorio.

El Observatorio se construyó en 1675 por orden del Rey Carlos II de Inglaterra 1675. Se erigió allí porque en esa época estaba lo suficientemente apartado de Londres para ver el cielo con claridad.

Por Greenwich pasa el Meridiano cero, a partir del que se calculan el resto de meridianos del mundo.


El Meridiano Cero.

La tierra gira cada día 360 º sobre sí misma si se divide entre 24 horas, cada hora recorre 15 grados de longitud de Este a Oeste. Es decir, que para calcular la hora de diferencia entre una ciudad y otra se calculan cada 15 grados una hora.

El mundo y sus meridianos que son líneas imaginarias que nos ayudan a entendernos.
Por ejemplo, según esta foto del mundo entre España y Turquía hay 3 horas de diferencia. Sólo hay que contar los meridianos que nos separan.

John Flamsteed (1646-1719) fue el primer Astrónomo Real que realizó tras toda una vida observando el cielo uno de los primeros catálogos de estrellas.

Supongo que de este interés por medir el tiempo con precisión, viene la famosa puntualidad británica...


jueves, 27 de junio de 2019

London with my mum



Viajar es una forma de descubrir lugares pero también de descubrirse a uno mismo y a los que viajan con nosotros. En esta ocasión, me fui a Londres con mi madre, se lo había regalado por Reyes. Fue una muy buena experiencia para reencontrarnos, actualizarnos y disfrutarnos. Un regalo para las dos. 

Nos pateamos Londres de Este a Oeste, seguimos un itinerario variado buscando cultura, rebajas, gastronomía y paisajes. 


West Cromwell Hotel de instalaciones mejorables pero bien situado.

Mi amiga Marce nos recomendó pasar por Granery Square que no conocíamos y está muy animada. Hasta han puesto un cine de verano en el canal. 

Cine de Verano en Granery Square.

También había en Granery Square un pequeño concierto en este barco-librería.

En Buckinham Palace tuvimos la suerte de llegar justo en el momento en el que estaba desfilando la Guardia Real. 

La Guardia Real. 

Los Jardines de Kensigton y su Palacio bien merecen una visita. El Palacio fue la residencia real de Diana de Gales hasta su muerte, por lo que en los Jardines han construido un memorial en su honor. En los días tan soleados que nos tocaron se hacía muy agradable pasear entre las sombras de los enormes árboles del parque.


Kensington Palace y la estatua de la Reina Victoria. 

Un breve descanso en los Jardines del Palacio de Buckingham. 
Covent Garden celebraba las fiestas del barrio y estaba de bote en bote.

La coqueta plazuela de Neal´s Yard. 

Por Covent Garden disfrutando de las pintas al sol. 
Café en el rascacielos The Shard con unas vistas inabarcables de Londres.
The Shard es el rascacielos más alto de Europa Occidental con sus 95 plantas y sus 309,7 metros. Tomarse un café en la cafetería cuesta unos 8 euros y un gin tonic 12, o sea que merece la pena el gin tonic. :)


Mirando en las Rebajas de Carnaby Street y comprando algo... 
Una callecita que nos encantó para tomar café e ir de compras es Elisabeth Street, con todas sus tiendas y barecitos plagados de flores. 

The Thomas Cubitt en Elisabeth Street. 

Viaje Junio 2019