martes, 14 de junio de 2022

Volver a Ámsterdam en familia

 Dicen que cuando dejas pasar el amor de tu vida sin darte cuenta, la vida te da una segunda oportunidad para que te lo vuelvas a encontrar...


Las típicas casas de Ámsterdam, que baila a la orilla de los canales.


Á. y yo volvimos a Ámsterdam 18 años después de haber vivido allí, volvíamos siendo familia con nuestro pequeño hijo que cogía un avión por primera vez en su vida. Han sido unos días maravillosos recordando como era nuestra vida holandesa y disfrutando con nuestro pequeño en bicicleta, con la inestimable acogida de la familia de Mario, Maja y sus hijas, que han hecho posible que viviéramos unos días como holandeses de verdad.

Los canales repletos de barquitas aprovechando el sol.

Nos tocaron días de sol, que en Ámsterdam cuentan doble porque es como si fueran días de fiesta, en los que todos salen a celebrar en los parques y canales los rayitos de calor. Como ya conocíamos los sitios turísticos nos dedicamos a pasear por la ciudad y a visitar los parques infantiles. Rápidamente nos acostumbramos a cenar a las 17.30 y a estar durmiendo a las 21 para aprovechar al día siguiente por la mañana. 


En esta ciudad me he dado cuenta de lo mucho que echo de menos montar en bicicleta. 


Paseando en bici por Oosterpark.

Preparados para ir a la compra al mercado de Jordaan.
.
Comprando quesos en el Jordaan.

En la Plaza Dam.

Aprovechando el sol, hicimos un picnic en Museum Plain, al fondo el Rijksmuseum

Vondelpark que se convierte en una verbena cuando hace sol.

El molino cervecero Brouwerijt ´t IJ 


Los famosos bocadillitos de arenque con pepinillo.

Álvaro y Mario en una cerveza improvisada con los vecinos.

Obviamente, en 18 años han cambiado muchas cosas en la ciudad, pero lo que más me sorprendió fue cómo ha evolucionado Ámsterdam Noord que antes era un barrio en el que nadie quería vivir al otro lado de la Estación Central y ahora es lo más in.

Un arco hecho de contenedores en los nuevos barrios de Amsterdam Noord.

La asociación cultural NDSM ha convertido una antigua zona industrial en un recinto para artistas, con restaurante y hasta playa.

Otro bar que nos gustó mucho para pasar la tarde, leer, jugar al billar o tomar una cerveza es Café Checkpoint Charlie, cerca de Sloterdijk.

Checkpoint Charlie, con una amplia agenda cultural

Y una buena recomendación gastronómica que me hizo mi vecina Halina cuando vivía allí es Queen of Sheba, un restaurante etíope auténtico, agrabable y muy bien de precio. Si avisas con tiempo a la cocinera, pueden hacer la famosa ceremonia del café.

Una típica casa barco, hasta con jardín en la cubierta. 

Ámsterdam es una de mis ciudades preferidas de Europa, desde luego a la que más cariño le tengo y a la que siempre espero volver. 

Mayo 2022