domingo, 31 de mayo de 2020

Cumbre del Rocigalgo y las cascadas de El Chorro y Chorrera Chica


Álvaro y yo en la Cascada de El Chorro. 

El coronavirus nos trajo hasta Toledo y desde aquí aprovechamos para hacer excursiones por los pueblos de la provincia.

La limitación de nuestros movimientos, nos ha hecho centrarnos más en lo que tenemos cerca y he aprendido que viajar y sorprenderse tiene que ver más con la forma de mirar que con los kilómetros recorridos.

La última excursión que hicimos fue al Parque Nacional de Cabañeros en los Montes de Toledo. Cabañeros debe su nombre a que los pastores y carboneros que poblaban la zona, lo hacían en curiosas cabañas cónicas, se puede ver una reproducción de sus casas en el Museo Etnográfico de Alcoba. 


Camino a la Cumbre del Rocigalgo.
Hicimos dos rutas, el primer día a la Cumbre del Rocigalgo y el segundo a las cascadas de El Chorro y la Chorrera Chica. Para llegar hasta allí es fácil y los senderos están muy bien indicados. A 9 kilómetros de Los Navalucillos pasando el km 16 de la carretera que lleva a Robledo del Buey hay que desviarse a la izquierda por una pista de tierra en el área recreativa de Las Becerras. Hay que conducir hasta el parking. Desde allí nacen dos pistas que esconden dos increíbles excursiones por la frondosidad de los montes. También se puede hacer en vez de dos excursiones todo en el mismo día, pero claro ya no te da tiempo de bañarte en las pozas con tranquilidad :)

La ruta del Rocigalgo sube hasta los 1.449 metros de altitud, siendo el techo del Parque Nacional y de la provincia de Toledo. Desde arriba se puede ver hasta El Almanzor en la Sierra de Gredos y la Sierra de Guadarrama, en Madrid.

El Almanzor no se ve muy bien, estaría detrás de la colinita que se ve y a la izquierda.

La subida es bastante exigente, pero no son más de dos horas. Por el camino no hay mucha sombra por lo que se recomienda ir a las primeras horas del día. Cosa que no hicimos nosotros y nos achicharramos. El entorno es monte bajo, sobre todo, robledal. También hay mucha jara pringosa. Y un montón de mariposas. Vimos también una serpiente comiéndose un pájaro y lo que pensamos que podía ser un jabalí que se fue corriendo.

A lo largo del camino hay paneles explicativos, en este punto te enseñan las diferentes mariposas de la zona.
A la vuelta nos paramos a refrescarnos un poco en el arroyo.


El segundo día fue más espectacular y la caminata menos dura. Tras tan sólo una hora y media de camino sin mucha dificultad llegamos a la espectacular cascada de El Chorro. Son 18 metros de caída que estaban en plena frondosidad primaveral. Ayuda a la espectacularidad que no había nadie y pudimos contemplar atónitos la caída del agua sólo escuchando el sonido de la naturaleza. Cuando llegamos sólo había un zorrito bebiendo que trepó rápidamente la pared asustado.




El camino a la Chorrera Chica. 

El camino a la Cascada de la Chorrera Chica tiene más dificultad porque hay que pasar por un barranco escarpado. Es muy seguro porque han puesto incluso cadenas en el camino para agarrarse a la montaña, pero es un poco más complicado para ir con niños, por ejemplo.




En la Chorrera Chica la poza es más cómoda para bañarse, aunque estaba el agua helada, es una sensación increíble llegar cansada y poder beber agua y refrescarse al sol. Insuperable el día.