Irlanda es un destino perfecto para huir del calor español en verano. Sus prados verdes, sus vacas y sus casitas de colores hacen de este paisaje un oasis de tranquilidad y frescor en la temporada estival.
Elegimos como campamento base el pueblecito de Doolin, una pequeña localidad en la costa Atlántica, a un paso de los famosos acantilados de Moher y del puerto dónde sale el ferry a las islas de Aran.
Viajar en coche por Irlanda e ir parándote a contemplar castillos e iglesias abandonadas tiene algo de místico y aventurero.
Las Islas de Aran están constituidas por tres pequeños archipiélagos, nosotros estuvimos en el más grande Inishmore que es precioso para perderse por su castillo abandonado y sus casas. Se puede alquilar un carro tirado a caballo para pasear por el pueblo, nosotros decidimos hacerlo a pie.

En la playa de Inishmore, los locales se bañan en verano. Para nosotros hacía un poco de frío...
Una visita que nos encantó para hacer con niños cerca de Doolin es la demostración de border collies pastores de oveja en Caherconnel que además tiene un típico fuerte redondo de la zona ya en desuso. Cerca de allí se puede visitar el dolmen de Poulnabrone, un lugar que aún guarda parte de su misticismo.
Verano 2024.












