martes, 9 de diciembre de 2025

Alsacia en Navidad : los mejores mercados navideños

 

Recuerdo del mercado navideño de Munster.


Este año el espíritu navideño nos ha imbuido antes que nunca, pues tras visitar los mercadillos de Alsacia ya no hay vuelta atrás hasta Reyes.

La familia en Colmar.

En Colmar.



En Sélestat.


Alsacia es una pequeña provincia francesa, entre Francia, Alemania y Suiza de hecho el aeropuerto de Mulhouse lo es también de Friburgo y de Basilea, por lo que cuando aterrizas puedes salir por cualquiera de los tres países. 

Alsacia es así además de multicultural la cuna de los mercados navideños, todos sus pueblecitos preciosos organizan desde finales de noviembre a finales de diciembre sus puestos y atracciones con las galletas de jengibre en forma de hombre (manneles) como principal souvenir. 

Como la familia de Álvaro vive allí ya nos hemos hecho unos expertos en la zona, este año hemos visto los mercados que abrían los primeros, ya que los billetes de avión son sustancialmente más baratos. Destacamos los mercados de:

- Mercado navideño Mulhouse (del 21 de noviembre al 27 de diciembre). El mercado está en la bella plaza de la Reunión dónde se encuentra su magnífica catedral de Saint-Etienne, un admirable ejemplo de arquitectura neogótica, el edificio de culto protestante más alto de Francia dedicado a San Esteban. Al otro lado de la plaza está su pintoresco ayuntamiento de arquitectura renacentista, también conocido como el edificio del reloj que hoy cobija el museo histórico de la ciudad. 

El mercadillo de Mulhouse se celebra en la plaza de la reunión.


- Mercado de Munster ( del 21 al 31 de diciembre). Pequeño pueblo en la montaña con el aroma de los pasteles de Navidad y su típico queso pestoso pero delicioso. Muy recomendable tomarse la sopa de Munster al calor de las fogatas. También tienen un establo con un burro y algunas gallinas y te hacen una foto gratis de recuerdo. Nos encantó porque no había turistas, sólo franceses y gente del pueblo.

 

Munster y el paisaje camino al pueblo.

- Mercado de Seléstat (del 21 al 28 de noviembre). Este pueblo es conocido por ser la capital del árbol de Navidad porque alberga en su Biblioteca Humanista (patrimonio de la UNESCO) el documento escrito más antiguo que menciona esta tradición, data de 1521. Así en diferentes puntos de la villa hay exposiciones sobre la evolución del árbol, desde en la propia biblioteca como en la iglesia de San Jorge. ¿Sabéis que los primeros árboles de Navidad se decoraron con manzanitas rojas? 

La iglesia de San Jorge de Sélestat.

Otros pueblos muy bonitos de la zona son:

- Colmar, el más turístico, cuyo mercado empieza el 25 de noviembre y dura hasta el 29 de diciembre. El pueblo en sí es una maravilla haya o no haya mercado es muy recomendable la visita. 

- Riquewihr es también una delicia, su mercado navideño tradicional comienza el 29 de noviembre y dura hasta el 22 de diciembre. Es como un pueblo de hadas rodeado de viñedos. Sus casas y callejuelas de piedras hacen que se le conozca como uno de los pueblos preferidos de los franceses.

-Eguisheim es otro pueblo pequeñito también elegido como el pueblo favorito de los franceses en 2013, es muy bonita su iglesia principal y sus callejuelas con los talleres de artesanía local. 

Este año no nos ha cuadrado en fechas pero para la próxima visita me encantaría ver el mercado medieval de Ribeauvillé que se celebra los fines de semana del 6 y 7 de diciembre y 13 y 14 del mismo mes, cuando sus habitantes salen a la calle disfrazados de juglares, malabaristas y demás personajes medievales.

Es definitivamente Alsacia una zona muy recomendable para pasear, ya sea en verano como en invierno. Eso sí, en estas fechas hay que ir preparados para el frío. 


domingo, 7 de diciembre de 2025

Sopa de queso Munster, típica de este pueblo de Alsacia

 




Una de las recetas alsacianas que más me gusta es la sopa de queso Munster.

Es muy fácil de hacer:

  • 20 gramos de mantequilla
  • 20 cl de Crema de leche
  • 100 gramos de queso Munster
  • 600 gramos de patata
  • 1 puerro
  • 1 vaso de cerveza
  • Sal y pimienta

Preparación

  1. Rehoga el puerro picado en la mantequilla hasta que esté tierno y fragante.

  2. Añade las patatas en trozos y mezcla un par de minutos.

  3. Incorpora la cerveza y deja que hierva un momento para que evapore el alcohol.

  4. Cubre con agua o caldo y cocina hasta que las patatas estén muy blandas.

  5. Tritura hasta obtener una crema suave y añade la crema de leche.

  6. Con el fuego bajo, incorpora el queso Munster en cubitos y remueve hasta que se funda por completo.

  7. Salpimenta al gusto… ¡y listo!

Queda espesa, reconfortante y perfecta para un día frío, como los que se viven entre los mercados navideños alsacianos. 🎄✨

Este queso resulta igualmente delicioso a trozos, sin necesidad de hacer la sopa :)) 

lunes, 18 de noviembre de 2024

Lanzarote, entre la luna y el mar

Los jameos del agua en familia.

He tenido la fortuna de viajar a Lanzarote en innumerables ocasiones por trabajo. Y, aunque los desplazamientos laborales cansan, hacerlo a Lanzarote convierte el cansancio en algo más llevadero, algunas veces hasta en un privilegio.

Lanzarote es una isla distinta a todas, suspendida en algún punto secreto entre la luna y el mar. Su piel, marcada por el aliento ardiente de los volcanes, conserva aún la memoria del fuego. Sin embargo, de entre la negrura áspera surge siempre un destello de verde obstinado, un pulso de vida que desafía lo imposible. La isla entera es un manifiesto de supervivencia, una prueba de que la belleza también puede brotar del terreno más inhóspito.

En el volcán de La Corona, un paseo fácil.

Los Jameos del Agua.

La isla es hija del fuego: nació de las erupciones del Timanfaya y renació, siglos más tarde, con la eclosión de César Manrique. Lanzarote lleva su impronta en cada latido. Todo ha pasado por sus manos: los Jameos del Agua y su auditorio submarino, su antigua casa convertida en fundación, los “juguetes del viento” que vigilan las rotondas, el Mirador del Río que se asoma a La Graciosa, la Cueva de los Verdes, el Jardín de Cactus, el Monumento al Campesino, la intervención sobre el Timanfaya, hasta el propio aeropuerto, ahora rediseñado, respira parte de su visión.

                                                                                                                                              Fundación César Manrique.

Y, aun así, su obra no cansa. Al contrario: se celebra, se agradece, se reconoce en cada esquina. Porque en cada una de sus creaciones palpita un respeto absoluto por la naturaleza y por la esencia irrepetible de Lanzarote, como si el artista hubiera sabido escuchar el latido de la isla y traducirlo en forma, luz y silencio.

                                                    

                                    La rotonda del Monumento de los campesinos, de César Manrique.


                                             

                     Desde el Mirador del Río, enfrente a La Graciosa. Nunca he entrado a la instalación, dicen que no merece la pena, las grandes vistas se aprecian desde fuera. 

El paisaje lunar visto desde el autobús que recorre el Parque Nacional del Timanfaya.


                                       


                                       

                                                  Camellos por el Timanfaya. Un primer plano de Felipe.

La visita al Timanfaya es obligada, el paseo en camello no. Aunque una vez que fui con Félix nos dejamos pasear por el camello Felipe y lo recordamos con cariño.

                                               

                                        

                                                         Géiser del Timanfaya.

Es espectacular ver que el volcán sigue vivo y si le echas agua caliente sale un géiser. Muy recomendable quedarse a comer en el restaurante del Timanfaya el pollo hecho al calor del volcán.


El Charco de los Clicos, es verde por la presencia de aguas y azufre en el agua. Al otro lado el mar.

Cerca de la laguna hay muchos restaurantes buenos para comer, en Lanzarote hay mucha oferta. Pero creo que si tuviera que elegir uno me quedaría con el Sebe y su arroz con carabineros de La Santa, un caladero que se descubrió en la pandemia y que explota una familia de pescadores locales que sacan a la luz las mejores gambas y carabineros que yo he probado nunca. 

El arroz con carabineros del Sebe.

Atardece en San Ginés.

Lo más feo de Lanzarote es posiblemente su capital: Arrecife, pero incluso en esta urbe un tanto destartalada existen rincones admirables como el Charco de San Ginés repleto de barecitos para tomarse unas lapas a la plancha o las típicas papas arrugás. 

Aunque para comer bien y barato en Lanzarote lo mejor son los Teleclubs. 

Otro rincón un poco más desconocido de la isla es la casa dónde vivió José Saramago, llegué tarde a la visita pero me encantó conocer su maravillosa biblioteca. 

La Biblioteca de Saramago.

Y si me tuviera que quedar con un rincón para volver, sería siempre Famara. En la playa de abajo de su risco. Y su antigua capital Teguise, que hoy es un pueblecito concurrido y adorable.

Teguise, la antigua capital de Lanzarote.


Famara y siempre.


jueves, 17 de octubre de 2024

San Antonio, la ciudad de Texas de origen canario


Texas es la cuna del tex-mex, a un paso de México en este estado se unen no sólo se unen las gastronomías, si no también las culturas y las idiosincrasia de sus gentes. 

                                                   

Estuve en Dallas y San Antonio. Dallas es una gran capital con sus típicos rascacielos, cochazos 4 x4 y avenidas enormes. Quizás lo más destacable sea su estadio de los Dallas Mavericks y su cocina tex mex. En realidad, nada especialmente destacable...

Dallas y sus rascacielos.

Distrito de Las Artes, Dallas.

Típica comida tex-mex. Burrito.


Sin embargo, San Antonio me encantó. Es una ciudad mucho más acogedora, digamos que más latina, con un centro histórico digno de un buen paseo y una cultura más amable con el extranjero. 

San Antonio está además estrechamente vinculado con las islas canarias, pues fueron 15 familias de Lanzarote, Tenerife y Gran Canaria las que fueron "obligadas" o animadas por el rey Felipe V en 1730 a cruzar el Atlántico para fundar una nueva ciudad: San Antonio de Béjar, que luego pasó a ser San Antonio a secas.

Felipe V pensó en los isleños españoles para poblar esta zona por ser los que mejor se adaptarían a su clima cálido. Hoy esas raíces isleñas siguen estando muy presentes en la ciudad, la catedral está dedicada a la Virgen de Candelaria, patrona de Canarias y existe una asociación asociación muy activa y orgullosa de ser los descendientes de los fundadores canarios de la ciudad.

                                                       

                                                            Misión de "El Álamo"

La Misión de El Álamo es una fortaleza que consistía en una iglesia cercada, construida por los españoles en el siglo XVIII con el objetivo de convertir a los indígenas americanos al cristianismo. 


Paseo por el Río San Antonio.

El Río San Antonio que cruza la ciudad, se puede pasear a pie o ir en barco.

La escultura Citlali en el River Walk, construída en el 300 aniversario de su fundación.

La escultura Citlali es del artista mejicano Pedro Reyes y hace honor a su origen multicultural. 

El River Walk de San Antonio, muy agradable.

En el paseo por el río la naturaleza es exhuberante, también hay una zona con muchos barecitos muy agradables.

El River Walk.

La catedral de San Antonio, que acoge la Virgen de Candelaria, en honor a los fundadores de la ciudad en el siglo XVIII.

La Virgen de Candelaria en San Antonio, de Texas.

El barrio de Pearl en San Antonio también es muy recomendable para dar un paseo, el Hotel Emma, una antigua fábrica de cerveza reconvertida. Es un lujo que podríamos decir que está en el contexto de lo sostenible.

El bar del Hotel Emma.


La entrada del hotel Emma.