Como viene siendo habitual, mi familia se apuntó a una visitita a mi nuevo entorno laboral en uno de los días que estuve trabajando en Canena.
Así conocí bastante bien estas ciudades Patrimonio de la Humanidad y disfruté con mis padres y hermanas de la cultura de este lugar.
También visitamos el convento dónde murió San Juan de la Cruz y allí se me ocurrió esto:
Retumban mis pasos
en la madera del piso
de aquel que fuera
poeta místico español.
Intento inmacularme
del silencio del retablo,
pero en él sólo encuentro
esculturas de sufrimiento
y de dolor.
Si San Juan escribe poemas
de amor al cielo y a la muerte,
por qué no he yo de escribir
versos a la vida.
4 comentarios:
eso!..a la vida que brilla como una luciérnaga con cada momento de excelente amistad :)
versos a la vida y al aceite
para que moje pan toda la gente
Gracias Juli y al poeta anónimo que empareda versos :)
escribe más versos que molan!!
Publicar un comentario