Amsterdam, tantos recuerdos

Típicas casas amsterdanas, con una polea arriba para poder subir los muebles por la ventana.

Los canales y la intensa luz de la mañana.

Beatriz en Central Station, nada más llegar.

Los entresijos del low cost nos han hecho volar a Amsterdam camino a Perú. Una estancia fugaz (1 noche) pero intensa que ha traído a mi mente los paisajes de lo que aún hoy sigue siendo uno de los mejores años de mi vida. Es agradable poder moverte por una ciudad como por casa tantos años después. El olor de los canales, la humedad del ambiente, las bicicletas siempre apresuradas, la intensidad de la luz de la mañana...

No había vuelto desde hace 8 años, cuando viví allí. Me daba temor volver a la ciudad del sueño Erasmus sin sus gentes. Pero ahora me he quedado con ganas de visitar a Mo y su restaurante mejicano, de ir a ver mi antigua casita justo al lado del Artis Zoo, comprar una bici en el Atrium o pasear por el mercado Jordaan y acabar comiendo en el etíope del barrio. Cruzar Vondelpark tomar chocolate caliente en la cafetería redonda de ambiente chill out o ir al Coffe Cachemira, el mejor de Amsterdam o ver cómo siguen las casas Okupas. Necesitaría volver con tiempo...

Y ahora Perú , de la mano de Beatriche. Un país lleno de aventuras al que acabamos de llegar!

Os mantenemos informadas!