Hasta ahora todas las ciudades modernas que conozco, pasan por el modelo de desarrollo occidental. Seúl es una ciudad de rascacielos y amplias avenidas, con habitantes vestidos de chaqueta, tacones y gafas de sol última moda.
De vez en cuando una pagoda asoma al final de una gran avenida y las calles están decoradas con farolillos chinescos, poco más resquicios de su pasado pueden observarse en la gran metrópoli.
La verdad es que es una ciudad agradable, con un río y un canal bonito por el que se puede pasear por la ribera.
En Corea son bastante carnívoros, yo pensaba que el sushi iba a ser plato nacional, pero no. Lo que más se lleva es la barbacoa de ternera y cerdo. Por cierto, que el perro no lo he visto. Dicen que se ha convertido en una delicatessen culinaria carísima y que desde las Olimpiadas se llevaron los restaurantes de este controvertido manjar a las afueras.
4 comentarios:
qué envidia me da el shushi!! quiero!!!!!! manda una bandejita pacá!! las figuras luminosas del rio son un poco feas, no? traenos algo rico. No te has comprado nada?? besitos y sigue contándonos cosas!! muac!
Como somos! Yo estaba pensado en el sushi también....y en todo lo demás! Me gusta mucho conocer Seul a través de tus ojitosss....y mencanta la foto de los niños, qué caras! nos vemos pronto, muak!
Ayer volvimos a cenar sushi de atún pero a lo bestia, con unos trozacos de atún crudo que me han quitado hasta el ansía por la comida oriental. Ahí es nada!
clairs!!
que envidia!!de nuevo por el continente asiático!
un besito y sigue contándonos tus aventurillas
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