sábado, 3 de diciembre de 2016

La isla de Carabane

Llegamos a Elinkine también en "set place". Aunque a mi me picaron unas pulgas esperando en la "estación" de Ousoussouye, el viaje en coche fue muy agradable porque tuvimos la suerte de tener unos magníficos compañeros con los que nos reímos mucho.

En el "set place", el de atrás es del Atlectic de Bilbao.
Cargamento de mangos y plátanos.
Cuando llegamos a Elinkine la "barcaza" turística ya había zarpado, así que nos acoplamos con este cargamento de enseres que salía para la isla de manera inmediata. Sin saber, que debido al peso de la mercancía y la antigüedad del motor nos tomaría más de una hora cruzar el río Casamance. Gracias a esto pudimos disfrutar el espectáculo de los manglares sin prisas :)


El hotel Maisson de Plage, dónde comimos por 1.000 CFAs (1,5 euros)

Un niño cabrero.

La isla de Carabane, cerca de la desembocadura del río Casamance, ofrece diferentes actividades como dar un paseo en piragua entre los manglares, ir a la playa, interactuar con los lugareños tocando el djembe en el bar Calypso, comprar ropa a medida al sastre del pueblo o simplemente observar a los delfines al amanecer. Esta isla albergó los primeros asentamientos comerciales franceses, algunos de los vestigios de aquella época es la iglesia de la aldea.

La iglesia, hoy ruinosa.

El colegio, dónde hay un aula dónde dan clase todos los niños del pueblo a la vez.

Desde el hotel Carabane, vimos por la mañana delfines.
La barcaza que va a la isla.

En la barcaza de vuelta conocimos a una señora española que viajaba sola, había estado en India, Gambia y otros países, y fue toda una lección de vida, ella misma se podría titular: a la conquista de la felicidad.

Viaje Agosto 2016

No hay comentarios: