martes, 21 de agosto de 2012

Bodrum de una aldea de pescadores a destino de la jet set

Dos chicos juegan en la playa, parece la lucha de aceite más típica de la Tracia turca. Al fondo el Castillo de San Pedro. 

Bodrum, la antigua Halicarnaso, ha sido durante muchísimos años una pequeña y tranquila aldea de pescadores, engalanada por el bonito Castillo de San Pedro que embellece la estampa de la ciudad. De repente, un día se puso de moda la zona y ahora es destino vacacional por excelencia de la jet set del país y de medio Italia. De hecho, se conoce como el Saint Tropez turco.

Por la mañana, el pueblo descansa un poco ya que los veraneantes salen a explorar en barco las aguas turquesas del mar Egeo en sus magníficos veleros. Durante las tardes y las noches resulta complicado andar por las encaladas callejuelas, repletas de gentío, tiendas y bares que resuenan hasta el amanecer.



 El teatro romano, a las afueras del pueblo.

Aunque realmente lo que da fama a Bodrum es su mausoleo, también parte de las 7 maravillas del mundo antiguo. Sin embargo, hoy no queda ni resto de lo que fue aquella tumba grandiosa del sátrapa Mausolo (construido en el siglo IV a.C.) que da nombre hoy al genérico de las construcciones funerarias eminentes. Los restos arqueológicos fueron expoliados y las mejores piezas se encuentran en el British Museum de Londres.

Una instantánea del camino de Bodrum a Izmir en los muy buenos autobuses de la línea Pamukkale, muy recomendables. 

No hay comentarios: